Se ha puesto el sol
y en el cielo las estrellas se sorprenden,
la luna coquetona se asoma
y acomoda sus carencias
en el espejo removido
de un mar vivo en corderitos.
Se ven las luces de los barcos
que anclaron cerca y lejos de la orilla,
solo se escucha el susurro del mar
como viene, como va,
llevando de la costa todas las miserias
trayendo desde el fondo
todos sus misterios.
Hay gente en la playa
admirando el horizonte,
el viento sopla leve como fresca brisa marina
las gentes se pasean unos a otros
tomados de las manos, mientras los que van solos
parecen estar paseando dentro de sí mismos.
Es una linda noche donde ni una nube se atreve
a desdibujar el paisaje azul profundo, vivo en estrellas,
que se mezcla con el ponto inquieto por lomos blancos
que llegan desde allá donde sin querer se descubre
la redondez de la tierra, hasta acá donde la verdad es lisa y llana,
sobre la arena, debajo del cielo a orillas del mar.
y en el cielo las estrellas se sorprenden,
la luna coquetona se asoma
y acomoda sus carencias
en el espejo removido
de un mar vivo en corderitos.
Se ven las luces de los barcos
que anclaron cerca y lejos de la orilla,
solo se escucha el susurro del mar
como viene, como va,
llevando de la costa todas las miserias
trayendo desde el fondo
todos sus misterios.
Hay gente en la playa
admirando el horizonte,
el viento sopla leve como fresca brisa marina
las gentes se pasean unos a otros
tomados de las manos, mientras los que van solos
parecen estar paseando dentro de sí mismos.
Es una linda noche donde ni una nube se atreve
a desdibujar el paisaje azul profundo, vivo en estrellas,
que se mezcla con el ponto inquieto por lomos blancos
que llegan desde allá donde sin querer se descubre
la redondez de la tierra, hasta acá donde la verdad es lisa y llana,
sobre la arena, debajo del cielo a orillas del mar.
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