Qué lástima que no sepas
como llegar a mi
sin lastimarnos.
Qué lástima que no aprendas
a que en paz
podemos acercarnos.
Qué lástima que nunca encuentres
un camino más calmo
y guerrées tanto.
Qué suerte que te conozco
y que aprendí a sentir
tus caricias escondidas.
Qué lástima que ignores
cuánto lastima
que ya no lastima.
como llegar a mi
sin lastimarnos.
Qué lástima que no aprendas
a que en paz
podemos acercarnos.
Qué lástima que nunca encuentres
un camino más calmo
y guerrées tanto.
Qué suerte que te conozco
y que aprendí a sentir
tus caricias escondidas.
Qué lástima que ignores
cuánto lastima
que ya no lastima.
1 comentario:
Recuerdo pequeñas cosas, flores creciendo bajo el espino, las campanas de la escila silvestre.
No todo, sólo lo necesario para saber que existes.
¿Quién envidiaría el lazo que nos une como para decirnos que no era la tierra lo que estábamos perdiendo, sino el cielo Poeta ...?
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