Después de golpearte durante años,
de ignorar tu entrega
menospreciando tus sentimientos
y atormentando tus pensamientos.
Después de esconderte su verdad
para manejar desde la oscuridad
tus culpas e ideales
y abusar de ese poder
que por amor entregaste.
Acabada su satisfacción de control,
el morbo de pisotear con su egoísmo
y mansillarte con sus caprichos.
Después de tanta violencia pasiva
y cínico destrato
hoy el otro se escandaliza y victimiza
porque no sientes que valga si quiera
mirarle los pies, aún menos los ojos.
No entiende que no es rencor,
ni tampoco es odio,
tantos años de dolor
solo causan rechazo.
Has aprendido qué es
lo que no quieres
y lo rechazas con energía
si no lo quieres, no es sano
en tu propia vida.
Hacer tu propio camino
no es nada fácil
es arduo y movilizante,
aceptar tus emociones
tu responsabilidad,
perdonar las culpas
dejarte fluir y salir
a andar, sin luchar
contra tu propio camino.
Entenderte responsable
de haberle dado a otro
tanto poder sobre vos,
es tu propio menester
y esto también es crecer.
Así como también lo es
cuidar a los que amas,
amarte a tí mismo,
a tu senda, no temer
de volver a entregarte
por amor a la vida
y velar por estos
que sientes tuyos,
que se creen suyos,
y que por libres, realmente,
no son de nadie.
de ignorar tu entrega
menospreciando tus sentimientos
y atormentando tus pensamientos.
Después de esconderte su verdad
para manejar desde la oscuridad
tus culpas e ideales
y abusar de ese poder
que por amor entregaste.
Acabada su satisfacción de control,
el morbo de pisotear con su egoísmo
y mansillarte con sus caprichos.
Después de tanta violencia pasiva
y cínico destrato
hoy el otro se escandaliza y victimiza
porque no sientes que valga si quiera
mirarle los pies, aún menos los ojos.
No entiende que no es rencor,
ni tampoco es odio,
tantos años de dolor
solo causan rechazo.
Has aprendido qué es
lo que no quieres
y lo rechazas con energía
si no lo quieres, no es sano
en tu propia vida.
Hacer tu propio camino
no es nada fácil
es arduo y movilizante,
aceptar tus emociones
tu responsabilidad,
perdonar las culpas
dejarte fluir y salir
a andar, sin luchar
contra tu propio camino.
Entenderte responsable
de haberle dado a otro
tanto poder sobre vos,
es tu propio menester
y esto también es crecer.
Así como también lo es
cuidar a los que amas,
amarte a tí mismo,
a tu senda, no temer
de volver a entregarte
por amor a la vida
y velar por estos
que sientes tuyos,
que se creen suyos,
y que por libres, realmente,
no son de nadie.
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