miércoles, julio 12, 2006

Paradojas Simples -- Cuento

Si todo fuese tan fácil ni uno ni otro estarían caminando cabizbajos, con la cabeza metida entre los hombros, y la joroba en la espalda. Pateando piedritas inexistentes, saboreando olores y sabores con desidia y desgano, en cierta manera, mascando mierda entre sus fauces mirando al suelo vergonzantes. Si todo fuera tan simple no existirían los matemáticos, los filósofos, los biólogos, los linguistas, los psicólogos, los escritores. No habría piedras, ni divanes, no habría escritorios ni máquinas de calcular, no habría microscopios macroscopicos ni errores de ortografía. Si todo fuese tan simple no existirían las palabras, ni el silencio, ni la vida, ni la muerte; no existirían animales, plantas, minerales, ninguno en su tipo y especie. Si todo fuese tan simple no existirían las dudas, ni el amor, ni el sexo, ni el letargo del pensamiento. No existiría la cama ni la almohada si todo tan fácil fuera. Si todo fuera más simple, ni dios tendría un demonio que le rompa las pelotas y a su vez viceversa. Si todo fuese más simple no habría universos ni células, que al fin y al cabo son lo mismo. No existirían religiones que tambien son fronteras, no existirían los arrieros para el ganado humano; no existiría la política, que como la religión es otra frontera. Si todo fuera tan simple las facilidad sería difícil. Si todo fuera tan fácil todo sería simple y se nos haría aún más complicado.

No hay comentarios.: