La luz parece romper el cielo mañanero
en un sin fin de colores que se abren
y del parejo y eterno azul profundo
celestes, rosas y turquesas manan
el áureo sol en forma de díscolo disco
de a cuartos comienza a asomarse
la escarcha que cubre de blanco los pastos
de a poco se deviene en agua,
agua pura, agua clara, agua sana,
que se sublima silente a un cielo
que metamórfico siempre cambia.
Buen día sol, buenos días luna
que hoy a todos, nos sonría la fortuna.
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