miércoles, octubre 10, 2007

El viejo y las uvas -- Fragmento

Yo no sé que haría sin vos, entendés? Mi vida sería vacía como la botella que te contenía. Todos me abandonaron pero vos... vos siempre estuviste a mi lado, ahí no más, al alcance de la mano. Mientras la acostada de mi ex mujer decía amarme infinitamente... desesperadamente... que me sentía tanto en el corazón que un día iba a estallar por los aires y que de tanto amarme sentía que iba a desaparecer, y mirá que lo decía con los ojos llenos, con los labios húmedos, con la voz melosa... y así fue, llegó al final el día en que la muy hija de puta en una mañana de Abril se fue dejándome como dios me trajo al mundo con el plus del corazón partido, el alma herida, y un sin sabor en la boca que solo me lo sacó tu bouquet añejado en roble con frutos rojos. Ay amigo de mil nombres, de mil tonalidades, de mil sabores, todos distintos, pero siempre vos... inconfundible, robusto y único, vivir sin tu compañía no sería una vida digna. Mirá si serás copado que hasta Dios te acepta y reparte en sus reuniones dominicales... y ahí nadie dice de esta agua no has de beber, no no, no señor, allí se bebe el misal y se reparte entre todos con fe y esperanza, el agua está para la cabeza de los recién nacidos, para los pies de los caminantes, para las manos de los sanadores, para los valles, para la vida en general, pero vos... mi bordó compañero, estás para todos, no distinguís entre sexos, entre razas, credos, ni edades... a todos nos acompañás por igual y nos das de vos todo sin pedir nada a cambio, ni siquiera tu envase es retornable!