Nací en la época que el rugby era amateur,
en aquella época las vestimentas, los peinados,
la música, la estética, la arquitectura era distinta,
al igual que la ingeniería, al igual que el pensamiento.
A pesar que todavía estaba en boga esas ansias de libertad
que se arrastraban por el norte desde la década del sesenta,
en algunos sures del mundo se torturaba, se asesinaba,
se oprimía a los pueblos con frialdad y con la carencia nos daban en la cabeza.
En esos tiempos no había computadoras personales,
los teléfonos celulares pertenecían a James Bond,
y la guerra fría mantenían al mundo calentito
y siempre al borde del colapso.
No había de eso que llaman globalización,
por lo que sucedía en un lado del mundo
rara vez llegaba al otro extremo del planeta
y salvo los grandes desastres, todos vivíamos
alejados de los mil un problemas
que el mundo día tras día nos presenta,
claro que eramos más ignorantes
pero nuestras costumbres eran nuestras
y no está miscelánea rara que hay ahora
que los cowboys bailan minues,
los chinos comen asado, y los alemanes
bailan tarantela tomando cerveza comiendo broscht.
Como les decía, nací en un época que aún late,
que aún indica caminos y nos recuerda
a cada paso que damos, que el mundo era lo que fuimos,
es lo que somos, y lo que será, está en nuestras manos.
2 comentarios:
Pasaba por aqui...."El viejo y las Uvas" Pura Realidad ¿no?
pasaba por aquí "Me gusto el viejo y las uvas" Realidad....Pura realidad.
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