jueves, octubre 04, 2007

Nunca -- Poesía

No hubo ni habrá quien dijera
palabras tan dulces para que el tiempo se detenga,
para que la vida se contenga en un suspiro,
para que el horizonte se llene de esperanzas
y que en las miradas del mundo nazcan
la plenitud del amor, la felicidad y del todo.

No hubo ni habrá quien haga,
las cosas más lindas como para que la gente boquiabierta
quede sorprendida, inmóvil y crédula,
de que en nuestras manos no hay imposibles
y así en las miradas se descubran mil y un vetas
por donde florezca la vida como narciso en primavera.

No hubo ni habrá quien escuche
el susurro del infinito al pasar de largo,
el rezo de las estrellas, el canto de las sirenas,
la juerga en plena parranda de duendes y hadas;
la verdad absoluta y pura del universo y sus cosas
del mundo y sus sisas, del hombre y sus heces.

No hubo ni habrá en esta tierra
nadie que te diga la verdad en la cara
que te escuche profundo, apasionado, desprejuiciado;
nadie que te necesite tanto y te sienta de tal manera
que tu corazón caliente y tu alma llena, entiendan,
que no hay en este planeta otra persona,

que te ame de esta manera tan hermosa
así, como yo te amo.

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