todos ignoran tu existencia.
Aquellos que te han visto el rostro
no tenían miedo de vos,
si no de sus propios demonios.
Vos no sos un monstruo, nuevo Prometeo,
eres la clara consecuencia del mundo moderno,
tu deseo te come tanto desde adentro
que no puedes más, que matar hasta lograr,
todo aquello que deseas, te frustra y atormenta.
Nada pides que sea posible, nuevo Prometeo,
por azar te he dado la vida, pero el amor,
no ha nacido quien lo consiga
a la fuerza o como recado.
Tienes la razón y el habla, nuevo Prometeo,
llévalas en andas hacia tu buen mundo,
y construye con ellas tu reinado.
Mi crueldad ha pagado su precio,
y sos vos, nuevo Prometeo,
mi más preciado pecado
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