para poder ver el mundo desde otros ojos
y coronarme, a mí mismo,
con un manto de flores otoñales
que han persistido al deshoje del entorno.
Hoy florezco, no como un vasallo con corona,
hoy reino, no como un rey avasallante
hoy soy quien soy desde mi cuerpo ambulante
coronado de gloria y flores otoñales
que en su azar y a cada paso, me regalan
una tímida pero grandiosa sonrisa.
Hoy soy el sol entre las nubes
me asomo, para recordar que el día
existe siempre, aún cuando la tormenta
haya arrasado con todo.
Buen día, acá estoy,
como una flor en el otoño
como el sol entre las nubes
como un hombre que halló el camino
en una madeja enmarañada
de futuro, pasado y presente.
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