La lluvia tiene su magia,
el sonido del agua repiqueteando en los vidrios,
en los techos de chapa,
en las veredas en las calles,
arremolinada por el viento en su danza
y el canto que hacen el aire en movimiento
y el agua cayendo.
El olor de la lluvia antes de llegar,
la tormenta se presenta con el aroma
de la tierra húmeda, ese olor romántico
que genera la lluvia, la nafta y la garrapiñada.
El sol también tiene su magia
el olor sobre las pieles recién bronceadas,
los colores vivos de la naturaleza
se presentan sin pudor ante nuestros ojos
y quedamos maravillados de la vida que nos rodea.
Y en la noche cuando todos duermen
las flores se abren y otra vida minúscula despierta,
el canto de las ranas el ulular de los búhos,
las pisadas invisibles de la oscuridad que nos rodea
y el canto quejumbroso del bosque que se arquea
ante el viento que viene y en la cola trae un sueño.
Todo lugar es hermoso si uno aprende a compartirse.
el sonido del agua repiqueteando en los vidrios,
en los techos de chapa,
en las veredas en las calles,
arremolinada por el viento en su danza
y el canto que hacen el aire en movimiento
y el agua cayendo.
El olor de la lluvia antes de llegar,
la tormenta se presenta con el aroma
de la tierra húmeda, ese olor romántico
que genera la lluvia, la nafta y la garrapiñada.
El sol también tiene su magia
el olor sobre las pieles recién bronceadas,
los colores vivos de la naturaleza
se presentan sin pudor ante nuestros ojos
y quedamos maravillados de la vida que nos rodea.
Y en la noche cuando todos duermen
las flores se abren y otra vida minúscula despierta,
el canto de las ranas el ulular de los búhos,
las pisadas invisibles de la oscuridad que nos rodea
y el canto quejumbroso del bosque que se arquea
ante el viento que viene y en la cola trae un sueño.
Todo lugar es hermoso si uno aprende a compartirse.
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