miércoles, mayo 02, 2007

Tic y Tac -- Cuento corto

Dos relojes conversaban desde siempre. Ni a Tic ni a Tac les importaba la hora que fuera, el ahora que sea, el ora del vendrá. Con bromas se hacían el día más ameno, en cierta forma coqueteaban...
-Cómo andás Tac preguntaba?
-Con todas las pilas puestas!- contestaba Tic entre risas- y tu vida como va?
-Yo ando segundo a segundo Tic.
-Es mejor que perder el tiempo Tac...
-Es que yo tengo cronómetro Tic.
-Pah... que sos moderno, arriesgado y deportisTac!?!
-Tic! no todo es dar vueltas en la vida...
Suerte para Tac; Tic siempre está sola y colgada en la cocina, aunque a él lo chocan contra las paredes y trabaja todo el tiempo. Siempre que va en la calle, al aparecer otro reloj, lo comparan e inquiren sobre su actual funcionamiento y le atrasan el trabajo cuando él se deslomó todo el día con tal de apurarse para llegar antes y juntarse con Tic a conversar y coquetear unos minutos.
En cambio a Tic la miran pocas veces al día, por eso sus horas son eternas, no es petulante como ese que duerme con el jefe y con dulces canciones lo despierta mañana tras mañana, si Tic supiese cantar, pasaría las horas cantando esperando que Tac llegue, pero no, se aburre como ostra en la pared de la cocina colgada, hasta que al final, puntual como té inglés, llega Tac y conversan por horas y hacen sus juegos de palabras.
Tac está viejito, ya no le está dando la máquina teme Tic cuando Tac le cuenta que hoy lo volvieron a poner en hora, o tal vez sea la pila, se consuela, igual, quién no tiene el tiempo contado? Y es él quién debe contarlo, Tac está viejito piensa Tic, y se estremece.
Una noche se lo dijo, fue esa misma noche en que Tac regresó beodo por habersele caído martini encima por la torpeza de esa buena moza que estaba ahora en la habitación con el jefe. Tac estaba orgulloso por que había sido objeto de seducción y había dado resultado, y cuando llegó a la casa entró cantando Y nos dieron la diez de Joaquín Sabina y Tic reía a pata suelta.
-No te preocupes Tic, ya estuve en el médico, me llevó antes de ir al bar, el doctor dijo que mi maquinaria está como de reloj nuevo y que no me preocupe que mi pila es recargable, tal vez cambie un poco cuando todo pase... igual es tiempo que sepas que siempre voy a estar, porque desde la hora cero que estoy enamorado de vos, y aunque ya no esté para marcar las horas, minuto a minuto voy a estar en tus recuerdos y vos en los míos hasta la hora del juicio final, que la pienso marcar precisa y con la gallardía que ser reloj, amerita. Sé que a veces me retraso, pero es por pensar en vos... sé que a veces me adelantó, pero es porque ansío verte- Tic se sonrojó.
-Ay Tac, - suspiró enamorada- para mí el tiempo no pasa nunca cuando no estás y cuando llegás las horas pasan volando, no es lindo dar vueltas sola, es lindo pasar el tiempo con vos...
-Hermosa mía no sabía que tu corazón latía mi nombre.- Tac y Tic se abrazaron y se besaron un instante que duró para siempre.

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