No digas que no, tampoco digas tampoco,
jamás digas jamás, ni nunca, nunca.
No creas menos, no entregues poco
no mezquines las oportunidades
ni te amilanes antes de llegar a Roma.
Todo lleva su tiempo, tomalo con calma,
la fruta antes de caer debe madurar,
la planta antes de florecer debe crecer,
la lluvia antes de mojar debe caer.
El milagro de la vida nos espera
en todos lados, en cada esquina,
en la vereda de enfrente,
por la que uno camina.
Las opciones y las posibilidades nos rodean,
siempre nos rondan y nos encuentran cerca,
nos huelen, nos besan, nos dejan,
pasan expeliendo su aroma, su sabor,
siguen camino a encontarse con otros,
hasta estar con cada uno de nosotros.
Decir no, es negarnos la posibilidad,
es no darnos la oportunidad a nosotros mismos,
la depresión, la dejadez, la desidia,
se anticipan a nuestra llegada a cualquier puerta
entran primero que nosotros y las cierran
las cierran justo delante de nuestra nariz
y sin darnos cuenta abatidos nos caemos
antes que llegue nuestro momento
y como fruto que cae y no es recolectado
se pudre en el suelo sin alcanzar el punto exacto
del éxtasis puro en toda su gloria.
Por eso no debemos negar ni renegar,
por eso no debemos creer que hay imposibles,
creer en imposibles es no creer en las posibilidades.
Creé en el infinito, creé en lo que tu conocimiento y saber
te detiene a creer, no bebas de la bota que contiene apatía
por que te perderás en el vicio del no intentar
y no intentar es el pilar más importante de fracasar,
luchar e intentar mas nunca lograr no es fracaso,
fracasar es otra cosa, fracasar es no intentar.
Por esto y por todos los medios
debemos intentar una y otra vez
hasta lograr o caer muertos.
Creé en vos mismo, sos ilimitado,
no tenés fronteras más de las que vos creas
Creé en tu capacidad de crear,
por que todo lo que de vos depende
por vos y gracias a vos existe.
Desaloja de tu corazón la pereza,
sacate el miedo que por dentro pasea,
levantate y anda, que todo lo que quieras
allá afuera por vos espera.
jamás digas jamás, ni nunca, nunca.
No creas menos, no entregues poco
no mezquines las oportunidades
ni te amilanes antes de llegar a Roma.
Todo lleva su tiempo, tomalo con calma,
la fruta antes de caer debe madurar,
la planta antes de florecer debe crecer,
la lluvia antes de mojar debe caer.
El milagro de la vida nos espera
en todos lados, en cada esquina,
en la vereda de enfrente,
por la que uno camina.
Las opciones y las posibilidades nos rodean,
siempre nos rondan y nos encuentran cerca,
nos huelen, nos besan, nos dejan,
pasan expeliendo su aroma, su sabor,
siguen camino a encontarse con otros,
hasta estar con cada uno de nosotros.
Decir no, es negarnos la posibilidad,
es no darnos la oportunidad a nosotros mismos,
la depresión, la dejadez, la desidia,
se anticipan a nuestra llegada a cualquier puerta
entran primero que nosotros y las cierran
las cierran justo delante de nuestra nariz
y sin darnos cuenta abatidos nos caemos
antes que llegue nuestro momento
y como fruto que cae y no es recolectado
se pudre en el suelo sin alcanzar el punto exacto
del éxtasis puro en toda su gloria.
Por eso no debemos negar ni renegar,
por eso no debemos creer que hay imposibles,
creer en imposibles es no creer en las posibilidades.
Creé en el infinito, creé en lo que tu conocimiento y saber
te detiene a creer, no bebas de la bota que contiene apatía
por que te perderás en el vicio del no intentar
y no intentar es el pilar más importante de fracasar,
luchar e intentar mas nunca lograr no es fracaso,
fracasar es otra cosa, fracasar es no intentar.
Por esto y por todos los medios
debemos intentar una y otra vez
hasta lograr o caer muertos.
Creé en vos mismo, sos ilimitado,
no tenés fronteras más de las que vos creas
Creé en tu capacidad de crear,
por que todo lo que de vos depende
por vos y gracias a vos existe.
Desaloja de tu corazón la pereza,
sacate el miedo que por dentro pasea,
levantate y anda, que todo lo que quieras
allá afuera por vos espera.
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