lunes, junio 11, 2007

Para María Trabucco Campas -- Poesía

A vos, si, a vos, no silbes para otro lado
no mires para el costado, y menos te hagas la desententida.
A vos que me leés todos los días,
que me conocés, que sabés de mis pensamientos,
de mis actitudes, de mis abrazos a la distancia.
A vos que sabés que te guardo en lo más profundo de mi alma,
que te recuerdo, te siento y te huelo
como si estuvieras siempre cerca mío.
A vos que estás cerca de todo lo que hago,
de lo que pienso, de lo que siento, de lo que digo.
A vos que te llevo en cada momento de mi camino,
cada milímetro que piso, cada sonido que escucho,
cada paisaje que en silencio admiro.
Te cuento que la distancia que nos separa
paradójicamente también nos une,
te cuento que el tiempo que perdimos,
entre los dos lo hemos perdido,
pero al tiempo que se viene
vos y yo lo construímos y esperamos.
Porque no hay nada más lindo que saberte siempre atenta
expectante, con el corazón abierto y la sonrisa sincera,
esperando siempre, aunque creas, que el tiempo nunca llega.
Creo que ya era hora y que al fin te escriba un poema,
y que entiendas y te entienda, que a final de cuentas,
a pesar de no creer lo mismo, de no pensar de la misma manera,
hombro a hombro seguimos siempre en la misma senda,
compartiendo de la vida lo que tenemos, lo que podemos,
y a pesar de la adversidad, confiar siempre en esta amistad,
que nos une, que nos besa y nos promete que algún día,
podamos cara a cara, cambiarnos las figuritas que querramos.

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