El sol cae en el horizonte,
allá justito donde estaría Buenos Aires
se pierde en silenciosa soledad.
El Río de la Plata está calmo
y refleja como espejo
los mil y un colores pintados en el cielo
por la mano calma de Dios.
Alguna que otra nube vestida
con los matices más vivos de la tarde
en mil y un tonos bien distintos
transforman y alegran el paisaje.
En la costanera los botijas juegan
a la mancha, al fútbol, a la escondida,
o bajan veloces en sus bicis a las playas
para competir entre ellos
a ver quién tira la piedra más lejos
o hacen más sapos, o patitos, lo mismo da.
En la escollera algunos pescan
siempre siempre bien acompañados,
de grandes amigos o hermosas mujeres,
de perros solitarios o niños preguntones...
Se cambian las historias, las hazañas y comparten
sus sonrisas, sus penas, su pesca y el mate.
Su gente es romántica y buena,
sus callejas viejas guardan muchas historias,
algunas preciosas, algunas oscuras,
algunas que bueno... es mejor olvidar.
Su faro orgulloso ha resistido al tiempo,
a la adversidad, a las guerras y a todo
a todo el que quiera encontrar su orilla.
Ciudad hermosa. llena de luz, de paz y de amor...
No hay en el mundo más hermoso puerto
que mi dulce Colonia, Colonia del Sacramento.
allá justito donde estaría Buenos Aires
se pierde en silenciosa soledad.
El Río de la Plata está calmo
y refleja como espejo
los mil y un colores pintados en el cielo
por la mano calma de Dios.
Alguna que otra nube vestida
con los matices más vivos de la tarde
en mil y un tonos bien distintos
transforman y alegran el paisaje.
En la costanera los botijas juegan
a la mancha, al fútbol, a la escondida,
o bajan veloces en sus bicis a las playas
para competir entre ellos
a ver quién tira la piedra más lejos
o hacen más sapos, o patitos, lo mismo da.
En la escollera algunos pescan
siempre siempre bien acompañados,
de grandes amigos o hermosas mujeres,
de perros solitarios o niños preguntones...
Se cambian las historias, las hazañas y comparten
sus sonrisas, sus penas, su pesca y el mate.
Su gente es romántica y buena,
sus callejas viejas guardan muchas historias,
algunas preciosas, algunas oscuras,
algunas que bueno... es mejor olvidar.
Su faro orgulloso ha resistido al tiempo,
a la adversidad, a las guerras y a todo
a todo el que quiera encontrar su orilla.
Ciudad hermosa. llena de luz, de paz y de amor...
No hay en el mundo más hermoso puerto
que mi dulce Colonia, Colonia del Sacramento.
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