Qué ha pasado hoy con ustedes?
Dónde están? Qué ha sido de sus caricias,
sus susurros y todos los sus secretos
que a cada momento me dicen al oído
como para que nadie nunca nada escuché?
Podrían haber avisado que se iban,
que no iba a quedar ninguna,
que todas se iban a ir a esquiar al cerro,
o a navegar en alta mar,
o atoarse en alguna playa para echarse a descansar.
Podrían haberme avisado que se iban a pasear,
de sima a cima del Aconcagua, o que en la selva misionera,
estarían visitando a todos vuestros mágicos amigos.
Al menos podrían haberme dejado una pizca
de esa linda picardía que ustedes saben dar y tener.
Véanme como estoy de solo,
con el sopor de la mañana aún a cuestas,
que apenas puedo garabatear las letras
que hacen falta para escribir este poema.
Dónde están? Dónde es que se han escondido?
Cuando es que se fueron si nunca escuché
el ruido que hace al cerrarse la puerta?
Se escaparon por la ventana cuando la dejé abierta?
Se fueron abrigadas con guantes y camperas?
Ayer por la noche hizo mucho frío y si se fueron sin bufanda
puede que se pesquen una grosera neumonía
o mínimamente un mísero resfrío.
Vuelvan, vuelvan cuando puedan o quieran
pero por favor vuelvan, la pluma las extraña,
las hojas se otoñan si ustedes no las primaverean.
Vengan cuando quieran, que mi alma y corazón
por siempre las esperan.
Dónde están? Qué ha sido de sus caricias,
sus susurros y todos los sus secretos
que a cada momento me dicen al oído
como para que nadie nunca nada escuché?
Podrían haber avisado que se iban,
que no iba a quedar ninguna,
que todas se iban a ir a esquiar al cerro,
o a navegar en alta mar,
o atoarse en alguna playa para echarse a descansar.
Podrían haberme avisado que se iban a pasear,
de sima a cima del Aconcagua, o que en la selva misionera,
estarían visitando a todos vuestros mágicos amigos.
Al menos podrían haberme dejado una pizca
de esa linda picardía que ustedes saben dar y tener.
Véanme como estoy de solo,
con el sopor de la mañana aún a cuestas,
que apenas puedo garabatear las letras
que hacen falta para escribir este poema.
Dónde están? Dónde es que se han escondido?
Cuando es que se fueron si nunca escuché
el ruido que hace al cerrarse la puerta?
Se escaparon por la ventana cuando la dejé abierta?
Se fueron abrigadas con guantes y camperas?
Ayer por la noche hizo mucho frío y si se fueron sin bufanda
puede que se pesquen una grosera neumonía
o mínimamente un mísero resfrío.
Vuelvan, vuelvan cuando puedan o quieran
pero por favor vuelvan, la pluma las extraña,
las hojas se otoñan si ustedes no las primaverean.
Vengan cuando quieran, que mi alma y corazón
por siempre las esperan.
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