Cuántas vueltas tienen todos,
con eso de la política, la religión y la economía
están poniendo al mundo de cabeza
y uno anda por ahí sin casco.
La verdad es que no se me ocurre
donde puede terminar todo
lo que si les digo, es que no me voy a poner loco
y voy a seguir luchando en pos de un mundo más sano.
Aunque claro está
me lleve toda la vida lograrlo,
día tras día seguiré adelante
por que allí es donde esperan los frutos
carnosos, jugosos y puros
que alguna vez sembramos
y que siempre venimos cuidando.
Adelante, hacia allá es a donde vamos!