Qué ha pasado con tus alas,
con tus plumas, con tus manos,
con tu modo de andar tan seguro
y esa mirada llena de vida
que miraba desde lo profundo,
cálida, sin abismos ni montañas.
Qué ha pasado con tu voz,
con tu yo interior,
con todas las posibilidades
que se echaban en tu camino
y vos les sonreías como un loco.
Qué pasó? Qué fue lo que te hiciste?
Qué es de la vida que a tus pies florecía,
que es de la cascada que moldeaba la roca,
de la roca que aún espera paciente y sincera.
Qué es del árbol donde todos anidan,
de su madera madre con la que todo hacemos.
Qué ha sido de tu cuerpo, qué de tu alma!
Te sigo buscando por todos lados,
en cada rincón te re invento y trato
de acercarte de nuevo a esa imagen que creí de vos.
No sé que pasa, aún no te reconozco después del tiempo,
me doy cuenta que no sé nada
ni de vos, ni de mi, ni de lo que realmente nos pasa.
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