Y si de aburrirme tanto
me empiezan a salir raíces de los pies?
Mi piel se pondrá áspera y dura,
y de las manos comenzarán a brotar
pequeñísimas hojas súper tiernas
y por esto tendré que correr para escapar
de los hambrientos rumiantes que por casualidad
o maldad de sus dueños, andan sueltos y sin apuro?
Y si de tanto aburrirme me transformo
en un mueble pálido y silencioso
que solo ocupa un lugar en el espacio,
tendré que soportar la desnudez de los dueños de casa,
o la falta de cuidado en la mayoría de los invitados
que llegan y hacen lo que quieren?
Y si por aburrimiento no más
prendo fuego la casa, o formateo la Pecé,
o inundo alguna habitación,
o subo las escaleras para arriba
o bajo las escaleras para abajo,
u ocupo mi tiempo de alguna forma esdrújula
con tal de no darme cuenta que estoy aburrido.
No sé, por aburrimiento soy capaz de cualquier cosa
no me calma siquiera usar la excusa
de poder mirar por la ventana
y ver al mundo como pasa.
No tengo idea, solo sé que me gusta aburrirme,
porque cuando me empiezo a aburrir,
busco cosas nuevas por hacer, y nace en mi
una curiosidad total por lo desconocido,
y me pongo las antiparras en la cabeza,
la capa en la espalda y el calzón por sobre el pantalón,
subo a la terraza de la casa y le grito al mundo,
allá voy, hoy, no me esperen a cenar, estaré volando.
Y me lanzo,
me lanzo al vacío y me voy,
me voy por mil y un lugares,
donde hay mil y un aventuras,
mil y un colores, mil y un sensaciones,
mil y un vidas que miran, me miran y saludan.
Si estás aburrido algún día
cerra los ojos pero no te duermas,
no te aburras de tu aburrimiento
y vení, te invito a que subas conmigo
a la terraza de la casa, con o sin capa puesta,
con o sin las antiparras, con o sin calzón
por encima del pantalón y vamos,
o buscame allá, donde todo lo que existe
nunca suma, más de mil uno.