No te das una idea de lo triste
que se puso el pueblito cuando te fuiste,
el cielo lagrimeaba unas gototas
que caían gordas en la tierra
y formaban unos charquitos de añoranza
que sólo de mirarlos se te partía el alma.
Era tan raro ver mi reflejo solitario
en esos charquitos de añoranza,
por lo general cuando me veo
estás siempre al lado mío
con una sonrisa, un beso, una caricia;
pero desde que te fuiste que todo está re-triste...
el bosque se volvió silencioso de pronto,
las montañas más solitarias que nunca
parecen aún más lejanas e inalcanzables,
además
hizo un frío de novela,
daban unas ganas de meterse en la cama
y quedarse hasta que vuelvas a meterte
vos también en ella.
Está de triste el pueblito sin vos...
no hay colores, no hay flores, no hay manzanas,
no hay aromas, no hubo luna, no hay estrellas,
hubo lluvia, mucha lluvia que caía como lagrimones...
de tanto tanto que lloró el cielo por que te fuiste, figurate,
que ni hubo palomas volando en algún lugar del paisaje.
Igualmente no te hagas mucho problema
ayer de noche, mientras las luces dormían,
y las sombras empezaban a darse cuenta que no estabas,
susurré al oído del pueblito que pronto volverías,
y vieras la sonrisa que sonrío entre sueños
sabiendo que en un periquete, estarías acá de vuelta.
Volvé pronto,
yo también te necesito
yo también te extraño.
que se puso el pueblito cuando te fuiste,
el cielo lagrimeaba unas gototas
que caían gordas en la tierra
y formaban unos charquitos de añoranza
que sólo de mirarlos se te partía el alma.
Era tan raro ver mi reflejo solitario
en esos charquitos de añoranza,
por lo general cuando me veo
estás siempre al lado mío
con una sonrisa, un beso, una caricia;
pero desde que te fuiste que todo está re-triste...
el bosque se volvió silencioso de pronto,
las montañas más solitarias que nunca
parecen aún más lejanas e inalcanzables,
además
hizo un frío de novela,
daban unas ganas de meterse en la cama
y quedarse hasta que vuelvas a meterte
vos también en ella.
Está de triste el pueblito sin vos...
no hay colores, no hay flores, no hay manzanas,
no hay aromas, no hubo luna, no hay estrellas,
hubo lluvia, mucha lluvia que caía como lagrimones...
de tanto tanto que lloró el cielo por que te fuiste, figurate,
que ni hubo palomas volando en algún lugar del paisaje.
Igualmente no te hagas mucho problema
ayer de noche, mientras las luces dormían,
y las sombras empezaban a darse cuenta que no estabas,
susurré al oído del pueblito que pronto volverías,
y vieras la sonrisa que sonrío entre sueños
sabiendo que en un periquete, estarías acá de vuelta.
Volvé pronto,
yo también te necesito
yo también te extraño.
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