Cómo podés pedirme que me quede quieto?
No ves que todo es movimiento?
No ves que la tierra nunca para,
que el sol nunca amaina,
que el cielo siempre es cielo
y Dios es siempre Dios.
O creíste en serio que los domingos
el ñato descansa?
No debés, no podés, no tenés,
que quedarte quieta,
la tormenta no descansa
o está o no está, pero no descansa.
Las mareas nunca paran,
el tiempo pasa, la naturaleza sigue su curso
dejar de hacer cosas es querer
más o menos parar el mundo
y si el mundo se para,
a donde pensás que vamos a ir a parar nosotros?
No me pidas que me detenga,
que me quede quieto
el mundo es movimiento.
Todo es cuestión de hacer las cosas a su debido tiempo.
De aprender, cuestionar y más de una vez improvisar
y hacer, y creer en que todo es posible.
No me pidas que me quede quieto, esperando,
hace tiempos que perdí la paciencia
con aquello que es mi deber
hacer e ir a buscar.
Porque hace tiempos que aprendí
que ya hay que esperar bastante
para que la fruta madure y esté jugosa,
para que la comida esté hecha y no cruda,
para que el sol llegue alto al mediodía,
que la luna alumbre en la noche más oscura,
para que los justos y la verdad se sepa,
para que siga su curso la naturaleza.
Lo que de vos depende, nunca lo dejes de lado,
tu vida está en tus manos, y el camino para llegar
lo más cercano a lo que sueñan todos tus sueños
empezó en ese instante, en el momento que te parieron.
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