Dijeron que había una huella
de algo que existió alguna vez realmente
que estaba marcada en la piedra
con la fuerza de un planeta
chocando contra una cometa
Dijeron que había rastros
de manos dando
de un rostro riendo y llorando
que una corona de flores
acariciaba sus suaves rasgos
plasmados en la piedra estaban
como serigrafía antigua
hecha con sangre y carne divinas
Dijeron que había emociones
dulces y empáticas
que había razones
lógicas y altruistas
que había solidaridad,
sodoridad, equidad y respeto,
que había amor, felicidad
y libertad para todo el que quisiera
habitar en aquel suelo
sin horror, sin patrón, ni dueño
Dijeron que había una senda
un aroma, un dejo,
de que alguna vez existió Dios
sin embargo cada rincón de esta piedra
apesta a seres humanos
que para sobrevivir
se ven obligados a poner por delante
sus propias necesidades
Tal vez,
cuando se haga la autopsia de estos tiempos,
encuentren las respuestas que les faltan
y se pueda abolir la barbarie
y licenciar a Dios
de tantas culpas y responsabilidades.
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