Y de repente no quise atreverme
no le encontré el sentido
ni la valía a un riesgo tan inútil
y entonces me di media vuelta
y me sentí libre de escollos y vueltas
todo se explicaba a sí mismo
y había, un algo lleno de libertad
que brillaba adentro mío.
Me di cuenta que no es de valientes,
sino de idiotas, arriesgar lo que no vale
pagar lo que no cuesta,
devolver lo que se usa.
Entonces callé y dejé
que en tu estúpida burbuja vueles alto
y te alejes, y te creas,
que mi inocencia es una debilidad
y tu perversión, el don que resuelve
cada uno de tus problemas.
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