si no sos capaz de enfrentar tus demonios
para saber qué es cierto, primero,
tenés que aprender a entender cuál es tu mentira
esa que te guía, en medio de la oscuridad,
en lo más profundo y turbio.
Anda, no temas, acepta... ¿cuál es tu ficción?
que creés como verdadero
qué pretendés que sea cierto
aún cuando el tiempo te muestra que no andás en lo correcto.
No tengas miedo,
todos tenemos mentiras que nos pesan
que nos guían, que nos llevan,
y que nos hunden, sin querer,
en un lago de certezas
en el que nos refrescamos
y soportamos la existencia.
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