abrir todas las persianas que están cerradas
orear los ambientes y que la luz
saque a patadas a esta inmensa oscuridad
Me prometo frente al espejo
echar a volar todas las injurias
a las furiosas frustraciones que repulgan
con bastardas ilusiones
esa cicatriz que nunca sana
que siempre sangra
que nunca para
que siempre obliga.
Y mirá que me lo prometo,
noche y día, fuera y dentro del espejo,
a veces hasta apreto los dientes
y entre amenazas me lo advierto,
me lo digo, me lo pito y me lo repito,
y deseo, desde lo más profundo que tengo
que en el momento que esto sane
voy mirarme a los ojos de nuevo
sin rencores, perdonarme
y liberarme
de cadenas invisibles
de condenas imposibles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario