a los rastreros de siempre, a los mentirosos,
a los que ampulosos se amparan en el poder de la lengua
de la retórica, de la falacia.
Acostumbrate a esos que no miran de frente
que se esconden en las sombras, tras tu espalda,
que creen solo en sí mismos, y que actúan,
despreciando al otro, creyéndose mejores.
Acostumbrate, esa clase de personas va a existir siempre
te van a rodear, a morder los tobillos, las rodillas, los codos,
van a ir a por todo, y van a intentar doblegarte a como de lugar.
No esperes para ellos castigo, Dios en esas cosas anda dormido,
no le importa qué sucede cuando pisás un nido de serpientes,
vos acostumbrate, hacete inmune a su veneno y sé feliz.
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