Subido a un susurro me encontré sin querer
con quien yo no quise ser
y me asusté.
Miré para atrás, tal vez el camino
me recordaba al oído
qué pasó, ¿dónde fue?
Pero nada, pero no, solo hoy
sobre mis dos pies estoy
y decido:
No puedo volver atrás
pero puedo cambiar
de nada sirve arrepentirse
aprender es lo que hay
y entender, que soy el capitán,
el grumete, el marinero,
de este barco que navega
sobre el azul hacia ultramar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario