Si todos pudieran ver como cae el sol
sobre la montaña verde, rayando la bruma,
resaltando los colores ocres de la tarde,
y el brillo en tu mirada que me mira,
y el suspiro entrecortado de tu boca
que busca encontrar en palabras
lo que el corazón del alma le va dictando.
Y la sonrisa atrevida que me invita a besarte,
y a que me beses, con el cuerpo, con la piel,
con las manos que acarician, que me beses,
con las yemas de los dedos plagadas de vida,
de promesas, de momentos, de ansiedad.
Si todos pudieran sentir en el corazón del alma
la sonrisa que tu vida le da a la mía,
vivir sería sentir tu nombre hasta enmudecer,
con la sonrisa dibujada, en los mil y un colores
que pinta el sol que cae, sobre la montaña verde,
rayando la bruma.
sobre la montaña verde, rayando la bruma,
resaltando los colores ocres de la tarde,
y el brillo en tu mirada que me mira,
y el suspiro entrecortado de tu boca
que busca encontrar en palabras
lo que el corazón del alma le va dictando.
Y la sonrisa atrevida que me invita a besarte,
y a que me beses, con el cuerpo, con la piel,
con las manos que acarician, que me beses,
con las yemas de los dedos plagadas de vida,
de promesas, de momentos, de ansiedad.
Si todos pudieran sentir en el corazón del alma
la sonrisa que tu vida le da a la mía,
vivir sería sentir tu nombre hasta enmudecer,
con la sonrisa dibujada, en los mil y un colores
que pinta el sol que cae, sobre la montaña verde,
rayando la bruma.