Si te preguntan de mi camino
no hables de mi huella,
de mi pie
de la estela que dejó mi cuerpo
al romper el tiempo espacio
no les digas que me has visto
o que en mi verbo tropecé
no les cuentes que he caído
o que levantádome he
no les digas lo que ignoro
ni asegures lo que sé
si en algún momento
alguien por mi pregunta
contale que ignorás mi sino
que desde que el destino
mostró fieros caninos
de mí nada sabés
ni quién soy, ni en dónde estoy,
ni qué quiero, ni cómo puedo,
cuándo me fui o si llegué
decís que vos nada sabés.
Si te preguntan de mí
que a mí me pregunten todo
y si no, que sigan caminando
preguntado en otro lado
no quisiera ser yo
de quien que se llenen la boca hablando.
De mí no hables nada,
dejalos que hablen solos
como muero yo,
como morís vos,
como vamos muriendo todos
jamás confíes en el tonto
que para hablar
habla de otro.
Gruñen los cerdos,
los perros ladran,
los hombres hablan,
quieren saber qué pasa,
¿quién vivió, quién quedó libre?
pero faltan agallas
para mirarte a la cara
y preguntarte
de esas tantas heridas
que en la vida
te dejan las batallas.
De mí, nada,
que me busquen y pregunten
mirándome a la cara.
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