Sí, quiero.
Elijo de vos lo etéreo
la caricia de tu sonrisa
el calor de tus manos
el aroma en tus besos
el tiempo en silencio
el alma en tus ojos
el brillo en tu mirar.
Sí, quiero.
La constancia de tu beso
el sin fin compañero
el paso franco
el verbo sincero
el recuerdo latiendo
y cada uno de tus deseos.
Sí, quiero.
Ser médula en tus huesos
un minuto de tus tiempos
el motivo de tus sueños
el cuero de tu carne
un clavo en la pared
Sí, quiero.
Ser lo bueno,
lo viejo,
lo austero,
el camino recorrido
el último destino
el volatinero en tus cuerdas flojas
sin red, sin equilibrio,
con armonía,
el primero en tus buenos días.
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