la vida ha pasado mostrando su verdad
tu cerraste los ojos, ajenos y propios,
con la muerte bailaste su danza silente
en profana libertad.
Calló el tiempo con su astucia perspicaz
es del incauto audaz el logro del tal vez
oculto en el sin querer de los que pueden
lo que sucede hace un festín, y aquel que es feliz
muere abandonado a su suerte.
Qué he hecho hoy sin mí,
qué ha sido de mis destiempos,
acaricia la lluvia la marmórea lápida
en tanto las fétidas moscas desgranan
sus vientres sobre la carne putrefacta.
Miras a través del cristal,
la irrealidad,
ese juego de parcialidades,
te acomoda en la ilusión
que deseás, y ciego por necio,
olvidás, que el paraíso
se goza en vida.
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