Aunque el mundo se haya vuelto loco
y todo esté en manos de unos pocos con poder
somos muchos los que queremos lograr
igualdad, libertad, paz y fe en un mundo
donde parece solo gobernar la maldad.
Por que se enfermaron aquellos que llegaron
y por enfermos quisieron dominarnos
a fuerza de gritos, plomo, explosiones y maltratos,
con bombas y amenazas de acabar con todo
apretando tan solo un botón.
Por esto los que no tenemos botones, ni cierres,
los que no usamos cinturones, ni corbatas,
los que no medimos la confianza a tener
según el largo de los pelos de las gentes,
ni nos bañamos o perfumamos a cada paso
con tal de tapar nuestros propios malos olores.
Por esto nosotros que nos brindamos al mundo
desnudos y naturales sin esconder nuestras miserias,
mostrándonos tal y cual somos, sin dobles intenciones,
sin necedades, y con todas las necesidades,
de dar, compartir, comprender, aceptar, entender
y juzgar sin sojuzgar ni prejuzgar, que casi casi son lo mismo,
pedimos a esos que con la corbata ahogan a los cuellos desnudos,
a los que con comida extorsionan a los hambrientos,
a los que con sus tijeras cortan las páginas de los libros que enseñan
solo para sacar masas de individuos en serie, en vez de
serios individuos que conformen una sola masa.
A esos que se esconden tras un velo de dulce aroma,
y enseñan y muestran que el quién más importante
es quién más daña, quién grita más fuerte, quién más fuerte aprieta.
A esos que prejuzgan y actúan desde la intuición y la ignorancia,
a esos que parecieran pensar en el ahora, o en el ayer
cuando hay tanto tiempo por delante y tantas cosas por hacer.
A esos les pedimos basta, que hagan aunque sea por un rato,
el famoso paso al costado, que dejen sus maldades y egoísmos
de vacaciones en Babel y se detengan a pensar que somos más
los que sufrimos sus desvergüenzas, que los que disfrutan de su apariencia,
que ya no se miren a ellos mismos y miren un poquito más para afuera.
Y no lo digo solo por ellos, lo digo por ellos y aquellos,
por estos, por esos, los que están en frente, los que están en ésta,
los que ya no están, los que estuvieron, los que están y los que estarán,
por que siempre y desde siempre todos esos, somos y seremos nosotros,
y si nosotros nada hacemos por nuestro futuro, nunca nada ni nadie lo hará.
Recordar que somos todos distintos debería ser un alivio y no motivo para pelear,
nadie es el dueño de la verdad porque es imposible ser dueño de lo inexistente,
compartamos lo que tenemos, no lo dividamos, dentro de poco seremos demasiados,
y si no aprendemos a convivir y compartir como seres humanos que deberíamos ser
por estupidez, necedad y egoísmo, nada ni nadie quedará vivo en el planeta.
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