Mi mano sobre tu mano,
tus ojos en los míos
mis labios en los tuyos
y mil y un esperanzas compartidas.
Late mi corazón tu nombre
y nunca desespera en la soledad nocturna
te busca continuo con las ambiciones
de encontrarte y tenerte eternamente.
Trémola tu alma se sienta cerca
y acaricia mi alma dormida en pena
entre tus brazos todo desafio es posible
y lograr el paraíso es más que plausible.
Te amo desde siempre y para siempre te amaré,
aunque el silencio haya colmado de frío mis oídos,
aunque sean rojas carmesí las paredes que me rodean,
tus alas siempre serán las que me guíen y protejan.