Podemos estar llenos de no, muchas de las cosas que nos pasan, pensamos y decimos, están repletas de no, pero no por esto voy a levantar una pared de negativa contra el no, sería esto utópico y casi sin sentido, hay algunos no que son útiles y que nos sirven para dar un paso más, y otro más, y otro más. Reivindico la imagen del no a todos los que hablan de la negatividad, les digo no, la negatividad no es decir no, decir no es plantarse frente a la vida y decir ya basta. A veces un si, hace más daño que mil y un no. Aunque esto no debe servir como escudo a aquellos que creen que el no es la respuesta. El no no responde, solo cierra puertas. Por eso cuando estés abatido y creas que ya no más, es necesario creer en el tal vez, en el sajón "if", porque el que niega a ciegas encuentra oscuridades por respuestas, y en la oscuridad uno ni siquiera es capaz, de ver su propia nariz. A pesar, claro está, de ser un luchador del si, un amigo de que todo es posible, a veces disfruto de decir no, no a los que hay que decirles que no. El corazón y la perserverancia nos enseñan más de la vida que diez padres, que mil bibliotecas juntas, que diez mil maestros, que una eternidad de afirmaciones. Decí que no, con la cautela del saber que la puerta se cierra y que solamente se abre, si tu corazón es tan pero tan puro, que acepta cuando se equivoca.
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