Bailemos. No escuchás la música de fondo? Fijate como bailan las hojas mientras caen de las ramas más altas de los árboles. Dale, bailemos, no sientas pudor, que aunque todos nos miren, y nadie escuche la música, la música existe en nuestros corazones.
Bailemos, dale... despacito y apretados, la magia está en nuestros ojos que se miran, en nuestras almas que se aúnan, en nuestros cuerpos que se apretan.
Bailemos que la vida nos rodea, que los corazones cantan, que la miel de tus labios se comparte con la mía, que a nuestros pies al bailar el camino les importa un pito, solo les importa el ritmo que el tiempo nos ha dado y aceptamos con un si sincero. Bailemos toda la noche hasta que la mañana llegue y el sol nos sorprenda en un beso sonriente y caliente, sin importar del mundo más nada, que vos, que yo, que la danza enamorada que bailan nuestras almas.
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