Late mi corazón en la mañana
en la tarde, en la noche,
late el latido bravo por la vida,
por la muerte y el mientras tanto,
late silente, y a los gritos,
cuando ríen o lloran mis tres hijos
late cuando entiende
que todo empieza, o todo ha terminado
en las caricias de mi madre
en el abrazo de mi padre
en el estar de mis hermanos
en el ser de mis amigos
late fuerte el corazón bravío
cuando hay ánimo de libertad
o amenaza de esclavitud.
Late desgraciado ¡late!
que la vida se ha hecho para latir hasta morir
ya sea de profunda tristeza
o rebosante en felicidad y alboradas,
late desgraciado,
¡late!
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