Las flores desbordan desde las copas de los cerezos
como una lluvia rosa inunda los paseos
de los enamorados que embobados
van tomados de sus manos,
sin caer en la cuenta, que empezó la primavera
y el escorpión y el risueñor
han salido de sus cuevas.
Canta el ave alegremente su dulce canción de amor
vuela su son por el aire tibio bailando también se encuentra a la flor
es todo el ambiente una escena de amor
sus pechos ardientes proclaman pasión
sus labios urgentes pidieron a Dios
que un para siempre de los dos nazca hoy,
y al pedido divino lo cumplió el escorpión,
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