picarón de corto vuelo
que picoteabas en el suelo
y sonreía el corazón.
Así que eras vos
el que jugaba en silencio
con las alas del tiempo
y la nostalgia del adiós.
Así que eras vos
lejos de tus árboles con nidos
por estas tierras, perdido,
donde ha muerto la razón.
Bienvenido pequeñito,
tal vez no alcance el pan
pero en esta mesa
hay lugar para uno más.
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