VI
Hay veces que pareciera
que todo se complica
que la nada y el bolsillo
son sinónimos y amigos
Hay veces que hay tormenta
y el cielo celeste primero
se tiñe de gris / después de negro
y por último irónicamente nos escupe
Hay veces que llegamos a casa
después del día largo de cotidiano trabajo
que se siente en las piernas
que se siente en el ánimo
y por la escaleras sufrimos maldiciendo
a ese recurrente cartel que cuelga
en la puerta del ascensor de la planta baja
con la leyenda "no funciona"
Hay veces que las llaves son muchas
y las puertas pocas
hay veces que hay cien mil puertas
y la llave es solo una
Hay veces que todas las escaleras descienden
que las claves no son de sol
que el viento sopla
arrastrando todo hacia un abismo
Hay veces que pareciera que las sonrisas
parecen estar de vacaciones
y las lágrimas y los miedos
no pueden descansar
Hay veces que uno está seguro
que si todo no termina hoy
termina o revienta mañana
pasado o algún día pero
o termina o revienta
aunque hay veces que uno se da cuenta
que la tormenta es la que termina
y no con uno\ si no más bien con ella misma
A veces uno se da cuenta
que las escaleras que descienden
pueden ser escaladas hasta la cima
y después de la menudencia de la albricia
las lágrimas que caían
se van silenciosas con el viento
que en su cola trae palabras y caricias
Porque hay veces que cien mil puertas
sirven menos que una llave
porque hay veces que muchas llaves
pesan rompen agujerean
y no abren ninguna puerta
Porque todo revienta y termina
y de la nada todo empieza de nuevo
sabiendo que hay que empezar
para rehacer y mejorar
ya que no todo se complica
cuando uno simplifica.
Hay veces que pareciera
que todo se complica
que la nada y el bolsillo
son sinónimos y amigos
Hay veces que hay tormenta
y el cielo celeste primero
se tiñe de gris / después de negro
y por último irónicamente nos escupe
Hay veces que llegamos a casa
después del día largo de cotidiano trabajo
que se siente en las piernas
que se siente en el ánimo
y por la escaleras sufrimos maldiciendo
a ese recurrente cartel que cuelga
en la puerta del ascensor de la planta baja
con la leyenda "no funciona"
Hay veces que las llaves son muchas
y las puertas pocas
hay veces que hay cien mil puertas
y la llave es solo una
Hay veces que todas las escaleras descienden
que las claves no son de sol
que el viento sopla
arrastrando todo hacia un abismo
Hay veces que pareciera que las sonrisas
parecen estar de vacaciones
y las lágrimas y los miedos
no pueden descansar
Hay veces que uno está seguro
que si todo no termina hoy
termina o revienta mañana
pasado o algún día pero
o termina o revienta
aunque hay veces que uno se da cuenta
que la tormenta es la que termina
y no con uno\ si no más bien con ella misma
A veces uno se da cuenta
que las escaleras que descienden
pueden ser escaladas hasta la cima
y después de la menudencia de la albricia
las lágrimas que caían
se van silenciosas con el viento
que en su cola trae palabras y caricias
Porque hay veces que cien mil puertas
sirven menos que una llave
porque hay veces que muchas llaves
pesan rompen agujerean
y no abren ninguna puerta
Porque todo revienta y termina
y de la nada todo empieza de nuevo
sabiendo que hay que empezar
para rehacer y mejorar
ya que no todo se complica
cuando uno simplifica.